miércoles, 19 de diciembre de 2007

Retorno a los 80

No sé por qué, pero esta mañana, quizás en un ataque de nostalgia, me ha dado por recordar canciones y películas que marcaron (independientemente de su mayor o menor calidad) mi infancia-adolescencia, que coincide con la década de los 80.
Si hablamos de cine recuerdo con agrado la bajada a los infiernos de Mickey Rourke en El corazón del ángel; Francis Ford Coppola nos regaló una joya en blanco y negro llamada La ley de la calle (Rumble Fish, 1983); Clint Eastwood retrató, en una de las mejores películas sobre el mundo del Jazz, al gran Charlie Parker en Bird; Gus van Sant narró las peripecias de un grupo de junkies en la poética Drugstore Cowboy; me impactó también Calles de fuego (1984) (aunque ésta no ha aguantado bien el paso del tiempo) con la guapa Diane Lane metida a estrella de la canción; y no puedo olvidar a los replicantes de Blade Runner:




También debo mencionar Regreso al futuro, Aterriza como puedas (con el mejor ejemplo de actor encasillado, Leslie Nielsen), Los Goonies, Jo, qué noche!, Gremlins (y sus cutres imitaciones: Critters, Ghoulies), La jungla de Cristal (John McClane Rules), Terminator, Depredador, Perseguido, Despedida de soltero, Amanece que no es poco, Superdetective en Hollywood, Indiana Jones, La Cosa, Top Secret, Cazafantasmas (qué gran director es Harold Ramis), Big, Aliens, Nuestros maravillosos aliados, Mad Max (2 y 3), Evil Dead (Posesión infernal y Terroríficamente muertos), The Wall y así podría seguir un buen rato porque se me olvidan un montón.
Por cierto, gracias al cine de acción supimos que un ejército de ninjas no es rival para un hombre correctamente entrenado, y si no vean a Michael Dudikoff dando lecciones de Ninjitsu en El guerrero americano; también asistimos asombrados a la transformacíon de un mierdecilla en una máquina de matar gracias a la ayuda de un viejo chino (Karate Kid).
Comprendimos, de paso, que la inmortalidad era posible, al menos en el caso de Chuck Norris.
Y del cine pasemos a la música y no nos avergonzemos de lo que nos gustaba entonces. Todo el mundo cayó rendido ante Michael Jackson -por lo menos antes de su deterioro físico y mental, otra cosa distinta es que lo confesaran en público (un heavy o un punk corría el riesgo de ser apaleado si hablaba de su afición por este tipo de música, había que disimular ante los amigos). Su disco Thriller supuso un gran acontecimiento.
Un servidor ha bailado break-dance en distintas ocasiones y lugares con la canción Billie Jean de fondo, es lo que tiene beber de más, y tener agilidad.
Escuchen de nuevo temas como Beat It o Thriller y rindan homenaje a ese maravilloso disco.

El rock español de la mano de Los Suaves, Rosendo, Loquillo, Los Enemigos o Siniestro Total .
Los discos de Motley Crue, Guns N' Roses, Red Hot Chili Peppers, The Replacements, Iron Maiden, Chris Isaak (quién no recuerda Wicked Game), The Cult, The Plasmatics, REM, Soundgarden junto con los clásicos como Bruce Springsteen, Judas Priest, Aerosmith, AC/DC, Ramones o Tom Petty.
Asistimos al nacimiento del Thrash Metal y yo combinaba la brutalidad de Metallica, Anthrax o Slayer con megahits de discoteca como éste de A-ha:



Tampoco puedo hablar de aquella época sin referirme al cómic y a algún autor como Frank Miller o Alan Moore y todos los héroes de Marvel o DC (qué recuerdos Jorge).
En cuanto a las series televisivas, lo dejo para otra ocasión y me despido (antes de que me asomen las lágrimas) por hoy con este inolvidable momento para los de mi edad:




Gary Coleman and Michael


PD. Feliz Navidad a todos mis lectores.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Los Visitantes

Si un día se encuentra especialmente cansado y decide echarse una siesta, tenga por seguro que, en virtud de las leyes de Murphy, justo cuando se quede dormido sonará el teléfono y, al cogerlo, descubrirá que una amable voz le ofrece una oferta de Internet ADSL nunca vista. En ocasiones les habrá sucedido que lo que les despierta es el timbre y, al abrir la puerta, se encuentra a dos personas desconocidas que le hablan de paz, amor, bienaventuranza y, después de muchos rodeos, le invitan a hacerse adepto de los Testigos de Jehová. Tras darles un portazo, intentará, ya inútilmente, volver al plácido sueño.
A las molestas llamadas comerciales y al proselitismo de sectas varias, súmenle lo siguiente: el PSOE irá "puerta a puerta" predicando su buena nueva para convencer a posibles indecisos de las bondades de, por ejemplo, la Educación para la Ciudadanía. Por si fuera poca la intromisión de los políticos en nuestras vidas, pretende turbar nuestra tranquilidad hogareña una simpática pareja que en vez de la Biblia llevará El Libro Rojo de ZP para que ilumine nuestro camino.
No sé yo si de esta manera esperarán encontrar a algún que otro señor Cayo.
Como toda idea dañina, ésta será copiada por otros partidos y durante la campaña electoral no se conformarán con reventarnos el buzón con sobres de propaganda.
En fin, habrá que comprar tapones para los oídos.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Toque a rebato

Es un país curioso España. Aparentemente democrático, crea organismos extrajudiciales que censuran a los medios desafectos en regiones como Cataluña, persigue a periodistas por investigar las corruptelas del Presidente de la Junta de Andalucía, acosa a los ciudadanos con despóticas leyes y beneficia a los peores, a los más abyectos criminales con regalos sufragados por las víctimas a través de sus impuestos.

El retroceso que está sufriendo la libertad es realmente preocupante, y medidas escandalosas como las arriba mencionadas necesitan de una fuerte respuesta ciudadana. Hoy quizá estemos a tiempo de frenar a los liberticidas, antes de que quedemos pulverizados por el peso de un Estado en manos de una clase política funesta.
¿Para cuándo la creación del orwelliano Ministerio de la Verdad?

sábado, 1 de diciembre de 2007

GIBRALTAR ESPAÑOL

No subestimen el poder de José Luis y su guitarra.

Quo vadis, Europa?

El 2 de noviembre de 2004 el cineasta holandés Theo van Gogh fue asesinado por Mohammed Bouyeri, un islamista holandés de origen marroquí. De un disparo, le derribó de la bicicleta y una vez en el suelo lo remató con veinte tiros más, no contento le apuñaló varias veces y le degolló. Pero también le (nos) dejó una carta de cinco páginas clavada en el pecho con un cuchillo. En dicha carta se amenazaba a Occidente en general y a una persona en particular: Ayaan Hirsi Ali, política holandesa de origen somalí que ha dedicado los últimos años a denunciar la brutal opresión a la que la mujer es sometida en las sociedades musulmanas.
Theo van Gogh, crítico con las religiones en general, fue de esas personas que avisó sobre algo que mucha gente todavía se resiste a ver: que el islamismo supone un peligro para Europa. Dos años antes y sin salir de Holanda, el valiente político Pim Fortuyn alertó también sobre este grave riesgo y lo pagó con su vida, aquella vez el crimen se debió a que un activista en defensa del medio ambiente (pero no de la vida humana) decidió matarlo a tiros para expresar el desacuerdo con sus ideas.

Pero volviendo a van Gogh, el motivo de las amenazas y su posterior asesinato fue la presentación del documental Submission en donde, con la colaboración de Hirsi Ali, mostraba a las claras el desprecio coránico hacia la mujer.

Condenado por blasfemo el cineasta se convirtió en una diana andante hasta que un siervo de Alá cumplió la fatwa y acabó con el infiel.

Hirsi Ali, en pago a su defensa de la libertad, tuvo que marcharse de Holanda (se le negó la nacionalidad) a EEUU y vive escondida por razones de seguridad.

Muertos Pim Fortuyn y Theo van Gogh, se puede anunciar también sin temor a exagerar la muerte de Europa:

A día de hoy, ante el anuncio por parte de el Partido por la Libertad de un nuevo documental sobre el terror islamista, el gobierno holandés, para su eterna vergüenza, intenta evitar su estreno "para no provocar". Ya se sabe, la política de la rendición preventiva combinada con el estúpido multiculturalismo.

Conservo una Tercera de ABC (26/11/2005) titulada Buscando un amo en la que el escritor José Jiménez Lozano habla de esta decadencia europea, de este advenimiento de la barbarie. No me resisto a copiar el final del artículo:


" Pero, de momento, los que cayeron un 11 de septiembre bien cercano fueron los rascacielos de Nueva York con la advertencia y el estruendo de como Constantinopla cayó en manos de los sarracenos en 1453. Se tardó luego cien años en alejar de Europa aquel peligro, y se logró en Lepanto, porque entonces todavía nuestros abuelos sabían lo que eran y lo que no querían ser en modo alguno; lo que ahora no es nada seguro cuando menos.
En el momento del mayo revolucionario del 68, los alumnos que coreaban consignas de destrucción y nuevo mundo pedían a Jacques Lacan que fuera para ellos un guía, y él les dijo:

Ustedes lo que piden es un amo. No se preocupen, lo tendrán."

Pues eso.


PD. Sobre este asunto publicó Bruce Bawer un interesante libro.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

LA NOCHE DEL CAZADOR

Si me preguntaran sobre mis personajes favoritos de la historia del cine, no dudaría en nombrar a Harry Powell, al que dio vida Robert Mitchum en la inolvidable película La noche del cazador (1955). Esta fue la primera y la última vez que su director Charles Laughton se puso detrás de una cámara. Y lo primero a destacar es que se trata de un cuento, donde hay un ogro y unos niños.
Un hombre, que ha asesinado a dos personas en el atraco a un banco, es condenado a la horca. Deja viuda y dos niños. Antes de ser detenido confía un secreto a sus vástagos.
Tras la ejecución, la madre comienza a trabajar en una tienda de golosinas a las órdenes de un beato matrimonio. Es precisamente la jefa quien le aconseja que, siendo una mujer joven y con dos hijos a su cargo, busque un marido.
En esto llega el tren al pueblo y con él un predicador alto y apuesto que parece el candidato idóneo para acompañar a la recién enviudada.
Este film parecerá a muchos ingenuo porque ya desde un principio se nos desvela la verdadera faz del malo de la película, por las persecuciones en las que Mitchum avanza como si de un robótico monstruo se tratara o por la inocencia de algunos de los personajes. Pero al igual que en los relatos bíblicos que se cuentan durante la película, se trata la eterna lucha entre el bien y el mal (absoluto, despiadado) que ha alimentado la literatura y el cine desde siempre. Es otra parábola.

Las invocaciones a Dios del predicador Powell y sus teatrales e histriónicos sermones no dejan de ser un regodeo en la pura malignidad, la de este licántropo sin la menor sombra de duda o arrepentimiento, incansable en su porfía (en un momento de la película el niño se pregunta: ¿es que él no duerme nunca?) e incluso con sentido del humor.
El mundo infantil se nos presenta con muchos matices (y esto me recuerda a Matar a un ruiseñor), desde la crueldad terrible de un niño que dibuja un hombre ahorcado en una pared hasta la entereza y el heroísmo del hermano mayor defendiendo a su hermana y el secreto que juro guardar a su padre.
Hay muchos detalles que enriquecen La noche del cazador: la naturaleza como protagonista, el viaje-huida por el río que nos recuerda los libros del gran Mark Twain, el uso expresionista (magnífico, ¡esas sombras!) de la luz, el homenaje al cine mudo y artesanal, la descripción de la sociedad norteamericana (la importancia de las armas como única defensa ante las agresiones o la religiosidad).

Si en M, el vampiro de Düsseldorf (Fritz Lang, 1931) el infanticida silbaba una melodía cuando divisaba a una posible víctima, aquí el entrañable predicador canta siempre la misma canción, “Leaning on the Everlasting Arm”, cuando se acerca a sus presas.
Robert Mitchum está inmenso en su papel de predicador que siente repugnancia por las mujeres pero que las usa en su beneficio. En 1962 se estrenó El cabo del terror donde volvería a interpretar con maestría a otro siniestro personaje: Max Cady.
Cabe lamentar que Charles Laughton no dirigiera más, nos podía haber dado muchas alegrías.
Para terminar recordar las palabras de advertencia con que da comienzo la película:

Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero pero que en su interior son fieros como lobos, por sus frutos los conoceréis.


PD. Aparecen las manos más famosas de la historia del cine (tatuadas en los nudillos las palabras Love/Hate) junto a las de Orlac.


Francoise Truffaut le dijo a Alfred Hichtcock a propósito de La noche del cazador: "...había allí una buena idea, que se me ha ocurrido a menudo pensando en sus películas. El personaje interpretado por Robert Mitchum era predicador de una secta muy especial e inquietante; sus sermones consistían en un combate entre sus dos manos: en su mano derecha había escrito Bien, y en la izquierda Mal. Era muy satisfactorio, pues ambas manos luchaban de una manera patética. Era el combate entre el Bien y el Mal, resuelto de una manera extremadamente simplificada...".

sábado, 17 de noviembre de 2007

Baltimore Sun.

Una alegre canción para comenzar el sábado: Baltimore Sun del magnífico grupo The Jayhawks. Les recomiendo que escuchen sus discos Hollywood Town Hall (1992), Tomorrow the Green Grass (1995) y Rainy Day Music (2003).




In the Baltimore daily newspaper
Miracles really happen that way
Now you know me much better than any
And that is why I can call you my friend
Call you my friend
In all the time that I've known you
Never knowing that I let you down
In the tide of desperation you stumbled
With nothing to show but these empty arms
Empty arms
The way I'm living now
I might as well leave for Baltimore
And the sun keeps shining on son
In all the time that I've known you
Never knowing that I let you down
In the tide of desperation you stumbled
With nothing to show but these empty arms
Empty arms
The way I'm living now
I might as well leave for Baltimore
And the sun keeps shining on son
The way I'm living now
I might as well leave for Baltimore
And the sun keeps shining on son
In the Baltimore daily newspaper
Miracles really happen that way
Now you know me much better than any
And that is why I can call you my friend
Call you my friend
Call you my friend

viernes, 16 de noviembre de 2007

DRUGSTORE COWBOY (1989)


Aunque Last Days, la última película que he visto de Gus Van Sant, me pareció insoportable (no así, por ejemplo, a Santiago Navajas) recuerdo con cariño una que estrenó en el año 1989.

Se trata de Drugstore Cowboy y en ella se narran las peripecias de un grupo de drogadictos liderados por Bob (Mat Dillon).
La acción transcurre a principios de los 70 entre atracos a farmacias para abastecerse de drogas y trapicheos varios.
La policía les sigue los pasos dado el amplio historial de robos y detenciones de Bob y su esposa Dianne (la guapa Kelly Lynch), así que deben esconder lo robado después de cada golpe no sea que les arruine la fiesta un registro inesperado.
El grupo protagonista está formado además de Bob y Dianne por otra pareja: Rick, mano derecha de Bob y Nadine, la más joven, inexperta y frágil de los cuatro.En su batalla por conseguir mantener su actividad delictiva sin ser descubiertos tienen algún que otro tropiezo. En un momento dado descubren que están siendo vigilados por la noche; entonces Bob idea un plan para escarmentar a los agentes. El resultado, inesperado, trae como consecuencia un tiroteo y un policía malherido.




Pero los problemas no hacen sino aumentar hasta que se produce un trágico acontecimiento.
Es en ese momento cuando Bob, presa del pánico, se intenta alejar del peligroso mundo por el que ha deambulado desde su adolescencia. Esta parte de la película es la vuelta a la realidad del supersticioso Bob, la desintoxicación, el trabajo en una fábrica, la vida en una habitación de un hotelucho de mala muerte y...Un encuentro.



El padre Tom (William Burroughs) es un sacerdote anciano y también drogadicto que ha ido a parar al mismo lugar que Bob.
Juntos dan paseos y recuerdan los viejos tiempos de cuando Bob era monaguillo y conoció al desprendido padre Tom.

El benevolente padre Murphy, el junkie más importante de toda la costa. Cuando tenía algo lo compartía con los que no teníamos. Era muy generoso. Tom era el rey. Estaba a salvo en esta vida y en la otra también. Llevaría ya metido más de un millón de dólares.

La nueva y rutinaria vida, aun con sus dificultades, parece que no le va mal del todo a Bob, pero deberá hacer frente a los fantasmas del pasado.
Nuevas y violentas generaciones de junkies lo llevarán finalmente a la mayor farmacia de la ciudad, aunque no de la manera que él habría pensado.
En fin, un gran film, veraz y con una actuación soberbia de Matt Dillon, una original y bonita fotografía y la aparición estelar de William Burroughs haciendo, casi, de sí mismo.


Abajo, William Burroughs.

sábado, 10 de noviembre de 2007

GUNSLINGER MAN

¿Han escuchado al grupo The Long Ryders? Si la respuesta es negativa valga como ejemplo la canción Gunslinger Man de su disco Two Fisted Taled (1987):





Well he came into town with
His gun on his hips
Fortified at night by some little pink slips
Silver Smith and Wesson with a
Pearl handled butt
Cut polished shinin' from his hand to the nut
Don't you know he's a gunslinger man
'N' he does the best that he can
But you know he's a gunslinger man
'N' he won the West with his hand
He used to be feared for the length of his gun
Today he's known for the strength of his tongue
In Poinsettia Park with Russian immigrants
Hard as they work they're never heaven sent
Don't you know he's a gunslinger man
'N' he does the best that he can
But you know he's a gunslinger man
'N' he won the West with his hand
Eight lines or worse, ten maids awaitin'
He's thinking so loud that his teeth are grating
False idols calling from his dusk to his dawn
Got his daddy wonderin' what the hell he is on
You'd see it in his eyes, see it in his verse
Minute 'n' a half short of a ride in a hearse
He needs no badges to identify him
He's the owner/operator of original sin
Don't you know he's a gunslinger man
'N' he does the best that he can
But you know he's a gunslinger man
'N' he won the West with his hand

viernes, 9 de noviembre de 2007

Oda a la calabaza.

AMERICAN GIRL

Una canción para empezar la mañana con buen pie:
American Girl del primer disco de Tom Petty and the Heartbreakers (1976).


Well she was an American girl
Raised on promises
She couldn't help thinkin'
That there was a little more to life somewhere else
After all it was a great big world
With lots of places to run to
And if she had to die tryin'
She had one little promise she was gonna keep

Oh yeah, all right
Take it easy, baby
Make it last all night
She was an American girl

Well it was kinda cold that night
She stood alone on her balcony
Yeah, she could hear the cars roll by
Out on 441 like waves crashin' on the beach
And for one desperate moment
There he crept back in her memory
God it's so painful when something that's so close
Is still so far out of reach

Oh yeah, all right
Take it easy, baby
Make it last all night
She was an American girl


PD. Si os gusta Tom Petty ha salido un documental dirigido por Peter Bogdanovich (Runnin' Down a Dream) con motivo del 30 aniversario de la banda:

Tom Petty y Peter Bogdanovich.

martes, 6 de noviembre de 2007

EL CEBO (1958)

Por mucho cine de terror que hayamos visto, sea de venganzas más allá de la muerte, espectros que acechan o bestias sanguinarias venidas de vete tú a saber dónde, los monstruos que realmente dan miedo son los humanos, demasiado humanos que diría el filósofo.
El de esta historia juega con la baza de que, como tantos otros, pasa desapercibido en su entorno.
Como glorioso antecedente de la película que nos ocupa podemos destacar M, el vampiro de Dusseldorf.
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Aquí cambiamos Alemania por Suiza y la ciudad del vampiro antes citado por el bosque. Un bosque donde aparece una niña asesinada. La policía considera culpable al hombre (un viejo vendedor ambulante) que alerta a las autoridades tras hallar el cadáver.
El encargado de la investigación se enfrenta a este caso justo en su último día de servicio, pues le aguarda un puesto en otro país. Está convencido de la inocencia del vendedor (otro Falso culpable) y, en un arrebato, decide no viajar a su nuevo destino -incumpliendo el contrato- e investigar por su cuenta.
El inspector debe mentir y, arriesgando quizá demasiado, usar un nada ortodoxo método para intentar encontrar al infanticida. Tal es su obsesión por descubrir al autor del crimen.


El director de esta coproducción de 1958 es Ladislao Vajda y hay que destacar su realismo. No falta tensión y la trama nos es servida de una manera agilísima.
La imaginación infantil (gigantes, erizos, magos) pone en juego la perspicacia del minucioso detective protagonista.
El libro en el que se basó la película es de Friedrich Dürrenmatt.
En el año 2001 se realizó una adaptación dirigida por Sean Penn y protagonizada por Jack Nicholson.

Véanla y ya me contarán.

viernes, 26 de octubre de 2007

Los Simpsons y el cine dentro del cine.
















Cualquier aficionado a los Simpsons sabe de la enorme cantidad de homenajes al cine que nos hemos encontrado en sus muchos capítulos: He hallado una página dedicada a la serie donde se ha hecho un gran trabajo de recopilación de esos guiños cinéfilos.
Me permito añadir un par de ellos:
En un episodio Homer, Ned Flanders y el actor Ernest Borgnine (arriba) se van con los niños de excursión y deciden echarse al río en un par de lanchas. Los dos grupos se pierden y mientras el capitaneado por Borgnine avanza temeroso vemos las silueta de un hombre armado a un lado de la orilla, justo entonces se escucha a alguien tocar un banjo...los que hayan visto Defensa (Deliverance, 1972) de John Boorman recordarán el duelo guitarra- banjo entre uno de los protagonistas y un niño. También a los violentos rednecks con quienes tienen la desgracia de topar Burt Reynolds y John Voight en su aventura por el río.



En la maravillosa película de John Huston El Tesoro de Sierra Madre (1948), tres hombres van en busca de oro, pero el terror que les produce la posibilidad de que alguno de los socios robe la parte correspondiente a los demás hace imposible conciliar el sueño. En el caso de los Simpsons, Homer y el señor Burns se quedan atrapados en una cabaña debido a un alud de nieve. Hay un momento en que ambos, presos de la paranoia, empiezan a escrutarse con la mirada igual que lo hacían Humphrey Bogart y Tim Holt (intentando no dormirse) en la película de Huston.
Dejemos la serie de Matt Groening y vayamos a otros guiños que me vienen, a bote pronto, a la memoria. Martin Scorsese siempre ha considerado que Centauros del desierto (The Searchers, 1956) es la mejor película americana de todos los tiempos, ese fue el motivo de que en sus Malas Calles (Mean Streets,1973) los mafiosos entren en un cine donde la proyectan.

En 1978 John Carpenter presentó Halloween.
A la vez que el serial-killer acecha en la calle, las posibles víctimas ven en la TV El enigma de otro mundo (The Thing from Another World, 1951). Años más tarde Carpenter realizaría un estupendo remake titulado La cosa (The Thing, 1982).
Una de las mejores películas de este año es Zodiac de David Fincher. Esta trata de el asesino del zodiaco, que aterrorizó San Francisco en su día, y del seguimiento del caso tanto por la prensa como por la policía.
En un momento de la película uno de los detectives aparece en el cine viendo Harry el Sucio (Dirty Harry, 1971), que también tuvo como inspiración los hechos del psicópata astral.
En el cine español tenemos, por ejemplo, El espíritu de la colmena (1973) de Víctor Erice: en el año 1940, en un pequeño pueblo, proyectan El doctor Frankestein (1931) de James Whale. Entre el público se encuentran dos niñas hermanas, a la más pequeña le causa gran impresión el monstruo protagonista y no deja de pensar en él.
Joe Dante llevó a sus Gremlins (1984) al cine para que disfrutaran de Blancanieves y los siete enanitos (1937).
En Cadena Perpetua (The Shawshank Redemption, 1994) los presos se quedan boquiabiertos ante la Rita Hayworth de Gilda (Charles Vidor, 1946).
Otro día seguiré con más ejemplos de cine dentro del cine.


THE DAWN OF MAN 2001: una odisea del espacio, 1968.






El espíritu de la colmena, 1973.











El tesoro de Sierra Madre, 1948.

martes, 23 de octubre de 2007

La invasión 50 años después.


Hace poco le dediqué unas palabras a la magnífica película La invasión de los ladrones de cuerpos, de la que ya hubo una notable versión en 1978 (existe también una revisión de Abel Ferrara en 1993 que no he visto).
Acabo de ver anunciado en TV otro remake de este clásico, dirigido por Oliver Hirschbiegel y protagonizado por Nicole Kidman y Daniel Craig.
El título de esta nueva vuelta al libro de Jack Finney es The Invasión, no se han quebrado la cabeza.
Ya les contaré que me parece, aunque me sorprendería que se acercara al gran nivel de la original.

jueves, 18 de octubre de 2007

El cero y el infinito.

No, no voy a hablar del libro de Arthur Koestler sino de una vieja película, como les prometí hace poco.
Si la ven entenderán el título de esta reseña.
El increíble hombre menguante (1957), dirigida por Jack Arnold, cuenta la asombrosa historia de Scott Carey.
Scott y su esposa Louise disfrutan de unas vacaciones tomando el sol en la cubierta de un yate. Mientras Louise está buscando unas cervezas en el interior de la embarcación, una nube radiactiva atraviesa el mar y cubre por completo a nuestro protagonista.
Meses después Scott descubre que la ropa le queda excesivamente grande; al principio la mujer le quita importancia. Pero la situación prosigue y deciden ir al médico. Éste, tras una serie de radiografías comparadas, les confirma algo nunca antes visto:
Señor Carey: Usted es el primer caso de hombre menguante del que la ciencia tiene noticia.
Tras la perplejidad, el doctor les aconseja que visiten el Centro de Investigación Médica de California, donde quizá puedan hallar una explicación a tan extraordinario fenómeno.
Después de someterle a numerosas pruebas encuentran restos de un pesticida en su cuerpo, aunque eso por sí sólo no da respuesta a su progresiva disminución de tamaño. Entonces le preguntan si ha tenido algún contacto con material radiactivo. Scott lo niega pero su mujer cae en la cuenta del episodio acaecido en el mar, el de la nube tóxica.
El asunto es desesperante porque la jibarización de Scott no encuentra freno y los galenos no saben como tratarla. Esta situación kafkiana se va haciendo más y más terrible.
La película, cuyo título les habrá hecho reír, es un perfecto ejemplo de como con un ínfimo presupuesto se puede lograr una obra maestra si se aunan imaginación y talento.
Basada en la novela de Richard Matheson The Shrinking Man, es el propio Matheson el que se encarga de adaptarla.
El hogar se convierte en una pesadilla para Scott, al que acechan los más inesperados peligros.
Nuestro desdichado amigo va a parar a un lugar horrible, donde vibramos con su apasionada lucha por conservar la vida, cada vez más diminuto, más indefenso.
Los pensamientos de Scott al final de la película, entre lo lírico y la metafísica, son estremecedores y de una profundidad mayor que la de todo el cine intelectual europeo de los últimos años.
Me pregunto si no sería la visión de The Incredible Shrinking Man lo que empujó a Rachel Carson a su funesta lucha contra el DDT.
Una advertencia: Si ustedes padecen de fobia a las arañas, ¡absténganse de ver la película!. Repito, no la vean; a no ser como terapia de choque aconsejada por su psiquiatra.


En la imagen de abajo, Laurie (Randy Stuart) y Scott Carey (Grant Williams).

lunes, 8 de octubre de 2007

Han llegado los extraterrestres.

Escuchen con atención las declaraciones de Alfredo Monteseirín, alcalde de Sevilla:

Interesantes, ¿verdad?
¿Procede este hombre de Ganimedes?
¿Es acaso un sabio y nosotros unos zotes por no enterarnos de lo que dice?
¿Son tan necesarios los astronautas como nos quiere hacer creer?
¿Es tan solo un adepto más a la religión del Maestro?



Hago desde aquí una petición:

Lleven a este hombre a TV para que nos explique con detenimiento sus revolucionarias teorías.