sábado, 1 de diciembre de 2007

Quo vadis, Europa?

El 2 de noviembre de 2004 el cineasta holandés Theo van Gogh fue asesinado por Mohammed Bouyeri, un islamista holandés de origen marroquí. De un disparo, le derribó de la bicicleta y una vez en el suelo lo remató con veinte tiros más, no contento le apuñaló varias veces y le degolló. Pero también le (nos) dejó una carta de cinco páginas clavada en el pecho con un cuchillo. En dicha carta se amenazaba a Occidente en general y a una persona en particular: Ayaan Hirsi Ali, política holandesa de origen somalí que ha dedicado los últimos años a denunciar la brutal opresión a la que la mujer es sometida en las sociedades musulmanas.
Theo van Gogh, crítico con las religiones en general, fue de esas personas que avisó sobre algo que mucha gente todavía se resiste a ver: que el islamismo supone un peligro para Europa. Dos años antes y sin salir de Holanda, el valiente político Pim Fortuyn alertó también sobre este grave riesgo y lo pagó con su vida, aquella vez el crimen se debió a que un activista en defensa del medio ambiente (pero no de la vida humana) decidió matarlo a tiros para expresar el desacuerdo con sus ideas.

Pero volviendo a van Gogh, el motivo de las amenazas y su posterior asesinato fue la presentación del documental Submission en donde, con la colaboración de Hirsi Ali, mostraba a las claras el desprecio coránico hacia la mujer.

Condenado por blasfemo el cineasta se convirtió en una diana andante hasta que un siervo de Alá cumplió la fatwa y acabó con el infiel.

Hirsi Ali, en pago a su defensa de la libertad, tuvo que marcharse de Holanda (se le negó la nacionalidad) a EEUU y vive escondida por razones de seguridad.

Muertos Pim Fortuyn y Theo van Gogh, se puede anunciar también sin temor a exagerar la muerte de Europa:

A día de hoy, ante el anuncio por parte de el Partido por la Libertad de un nuevo documental sobre el terror islamista, el gobierno holandés, para su eterna vergüenza, intenta evitar su estreno "para no provocar". Ya se sabe, la política de la rendición preventiva combinada con el estúpido multiculturalismo.

Conservo una Tercera de ABC (26/11/2005) titulada Buscando un amo en la que el escritor José Jiménez Lozano habla de esta decadencia europea, de este advenimiento de la barbarie. No me resisto a copiar el final del artículo:


" Pero, de momento, los que cayeron un 11 de septiembre bien cercano fueron los rascacielos de Nueva York con la advertencia y el estruendo de como Constantinopla cayó en manos de los sarracenos en 1453. Se tardó luego cien años en alejar de Europa aquel peligro, y se logró en Lepanto, porque entonces todavía nuestros abuelos sabían lo que eran y lo que no querían ser en modo alguno; lo que ahora no es nada seguro cuando menos.
En el momento del mayo revolucionario del 68, los alumnos que coreaban consignas de destrucción y nuevo mundo pedían a Jacques Lacan que fuera para ellos un guía, y él les dijo:

Ustedes lo que piden es un amo. No se preocupen, lo tendrán."

Pues eso.


PD. Sobre este asunto publicó Bruce Bawer un interesante libro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A Theo van Gogh seguro que no le dedican una calle. De ese no quiere saber nada la farándula progre.
Ya vendrá el llanto y el crujir de dientes cuando sea demasiado tarde.

Mr. Hyde dijo...

Korsakoff, es curiosa la reacción de la izquierda ante el totalitarismo coránico.
Y en vez de reivindicar a figuras como la de Hirsi Ali la expulsan cual apestada.

Anónimo dijo...

¿Es necesario atacar a otras religiones para defender "la nuestra"?, no todos los islamistas son así! Además, Van gogh era un pintor!!!

Mr. Hyde dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mr. Hyde dijo...

¿No será usted un bromista, amigo Vividor, que ha querido provocar una virulenta reacción por mi parte con su estúpido comentario?