Quizá conozcan el caso de Frank Serpico, aquel policía neoyorquino que tuvo el valor de denunciar a sus compañeros y poner al descubierto las alcantarillas de su departamento; el director Sidney Lumet llevó la historia al cine en 1973, dando vida al agente Al Pacino.
Lo ocurrido con la policía municipal de Coslada me hace recordar aquella película, en donde la honradez de un hombre casi le cuesta la salud y la vida. Ahora algunos pensarán que el sistema no ha fallado dada la detención de la trama mafiosa.
Otros se pueden preguntar cómo, a pesar de las varias denuncias por brutalidad policial (28 en nueve años) y demás antecedentes, el jefe Ginés Jiménez Buendía seguía ejerciendo.
Cómo un grupo de al menos veinticinco policías campó a sus anchas sembrando el terror -no hay delito del Código Penal que no cometieran- impunemente durante tanto tiempo en una zona determinada.
El poeta Juvenal ya se preguntó en su tiempo: Sed, quis custodiet ipsos custodes? Pero, ¿quién vigilará a los guardianes?
Pues eso.
4 comentarios:
Lo ocurrido en Coslada, me recordó enseguida "Serpico" y me vino a la mente Al Pacino haciendo de poli honesto entre tanto poli corrupto.
Gracias por tu comentario en mi blog y por las felicitaciones por mi inclusión en Red Liberal
Saludos
Lo de Coslada sigue coleando:
http://www.elimparcial.es/contenido/13295.html
Enhorabuena otra vez, era de justicia tu inclusión.
Ya no queda gente honesta en la Autoridad.
Cierto que de la especulación se puede vivir muy bien, pero... ¿de cuál viviremos nosotros?
Recientemente American Gansgter gira sobre eso... hay historias que siempre se repetirán y que son más cercanas de lo que pensamos.
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