Si hablamos de cine recuerdo con agrado la bajada a los infiernos de Mickey Rourke en El corazón del ángel; Francis Ford Coppola nos regaló una joya en blanco y negro llamada La ley de la calle (Rumble Fish, 1983); Clint Eastwood retrató, en una de las mejores películas sobre el mundo del Jazz, al gran Charlie Parker en Bird; Gus van Sant narró las peripecias de un grupo de junkies en la poética Drugstore Cowboy; me impactó también Calles de fuego (1984) (aunque ésta no ha aguantado bien el paso del tiempo) con la guapa Diane Lane metida a estrella de la canción; y no puedo olvidar a los replicantes de Blade Runner:
Por cierto, gracias al cine de acción supimos que un ejército de ninjas no es rival para un hombre correctamente entrenado, y si no vean a Michael Dudikoff dando lecciones de Ninjitsu en El guerrero americano; también asistimos asombrados a la transformacíon de un mierdecilla en una máquina de matar gracias a la ayuda de un viejo chino (Karate Kid).
Comprendimos, de paso, que la inmortalidad era posible, al menos en el caso de Chuck Norris.
Y del cine pasemos a la música y no nos avergonzemos de lo que nos gustaba entonces. Todo el mundo cayó rendido ante Michael Jackson -por lo menos antes de su deterioro físico y mental, otra cosa distinta es que lo confesaran en público (un heavy o un punk corría el riesgo de ser apaleado si hablaba de su afición por este tipo de música, había que disimular ante los amigos). Su disco Thriller supuso un gran acontecimiento.
Un servidor ha bailado break-dance en distintas ocasiones y lugares con la canción Billie Jean de fondo, es lo que tiene beber de más, y tener agilidad.
Escuchen de nuevo temas como Beat It o Thriller y rindan homenaje a ese maravilloso disco.
Los discos de Motley Crue, Guns N' Roses, Red Hot Chili Peppers, The Replacements, Iron Maiden, Chris Isaak (quién no recuerda Wicked Game), The Cult, The Plasmatics, REM, Soundgarden junto con los clásicos como Bruce Springsteen, Judas Priest, Aerosmith, AC/DC, Ramones o Tom Petty.
Asistimos al nacimiento del Thrash Metal y yo combinaba la brutalidad de Metallica, Anthrax o Slayer con megahits de discoteca como éste de A-ha:
En cuanto a las series televisivas, lo dejo para otra ocasión y me despido (antes de que me asomen las lágrimas) por hoy con este inolvidable momento para los de mi edad:
PD. Feliz Navidad a todos mis lectores.