domingo, 6 de julio de 2008

SILENCIO

"Escúchame -dijo el Demonio, poniéndome la mano sobre la cabeza-. La región de la que hablo es una lúgubre región de Libia, junto a las orillas del río Zaire, y allí no hay calma ni silencio." (Silencio. Una fábula. Edgar Allan Poe).

Mientras suena el Cold Roses de Ryan Adams miro por la ventana los movimientos de un cuervo, que últimamente tiene a bien acompañarme.
Y cómo no, recuerdo al oscuro heraldo plutónico del poema de Poe... Me pregunto si no me querrá también indicar algo el negro pájaro.

Otra mañana de domingo, otro día más. Hoy he recurrido al ginseng rojo coreano para recuperar fuerzas; mientras combato los estragos de mi aparato digestivo pienso en profundidades marinas habitadas por criaturas no clasificadas aún y me digo: qué mejor lugar que una fosa abisal.



Y ahora un poema del que fuera introductor de la obra de Poe en Europa, Charles Baudelaire:

"Sed non satiata"

Deidad extraña, oscura belleza sin reproche,
con perfume de almizcle y aroma del habano,
producto de algún Fausto de caprichosa mano,
bruja del flanco de ébano, criatura de la noche.

Aún más que el opio y más que la noche prefiero
el licor de tu boca donde el amor se ufana;
cuando de mis deseos va a ti mi caravana,
tus ojos son cisternas donde brilla un lucero.

Por esos grandes ojos, suspiros de tu alma,
demonio sin piedad, ¡dame un poco de calma!
Yo no soy el Estigio para dar nueve abrazos,

¡ay!, y tampoco puedo, ¡oh furia libertina!,
para amansar tu ímpetu ahogándote en mis brazos,
en tu lecho infernal volverme Proserpina.


P.D. ¿Alguien ha dicho nevermore?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como diría nuestro querido primo Jorge, "estás fffffatal".
Un abrazo. Ezú.

Mr. Hyde dijo...

Amigo Ezú, he de reconocer que mi salud mental pende de un hilo.